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Foto del escritorVictor Abasolo

Volver a empezar... siempre

Tres meses. Eso es lo que ha durado el proyecto, o mejor dicho, ese es el tiempo en el cual he formado parte del proyecto laboral en el que he estado trabajando a fondo. 90 días de madrugones y puesta al día, de poner en orden lo que me encontré, de prepararme para lo que venía, y de que todo se fuera al traste al cambiar completamente el objeto de mi llegada a la empresa. El proyecto, proveniente de una start-up, tenía mucho sentido. Pero gracias a estos tres meses, he obtenido muchas enseñanzas. La primera, que no todos los cambios son para bien. La segunda, que cambiar en exceso y sin sentido es un viaje al fracaso. Que decir lo que piensas está bien, pero hacerlo ya es más difícil. Que si te contratan para ser algo que no eres, aunque lo hagas bien, no significa que hayas aprendido a hacerlo. Que la experiencia es un grado, para bien y para mal. Sin mi experiencia, tal vez me hubiera involucrado más. Pero con mi experiencia, vi venir de lejos lo que iba a suceder. Es como estar en el Titánic en el trayecto a NY sabiendo desde Portsmouth que se iba a hundir. Y aún así, te subes. Cuando llegué, vi el percal y me dije a mí mismo: "Tres meses". Así ha sido, y nunca he lamentado tanto tener razón en esto. He visto, como decía el replicante de Blade Runner, cosas que jamás creeríais. He visto gente trabajar a mansalva, horas y horas, sin cobrar lo que les corresponde por mantener un proyecto. He visto buena gente hacer cosas por una empresa, sin saber lo que es realmente una empresa. He visto voluntad, mucha voluntad, envidiable voluntad... pero poca cabeza. He visto y comprobado, que si no vales para algo, no se trata de dejarlo o no hacerlo, sino de probar a hacerlo y si después no te gusta... no hacerlo, porque lo acabarás haciéndolo mal. Seguro. Y por último, sabiendo como se sabe dónde y quién es el problema... seguir adelante por lealtad, por amistad y por familia...Que no funcione --de momento-- este proyecto, tal vez sea cosa de tiempo. Yo, sinceramente, espero que funcione... pero de ahora en adelante seguiré sus pasos para desearles todos los parabienes posibles.

Ánimos a todos, ha sido un privilegio trabajar con el equipo. Adelante, y mucha suerte.

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