Estamos inmersos en una revolución digital. Y dentro de esta revolución, se está produciendo una nueva catarsis gracias, o mejor dicho, por culpa del estado de confinamiento decretado por las autoridades de muchos países para evitar la propagación y contagio del virus coronavid19. ¿Y cuál es la característica principal de esta revolución catártica? En realidad son varias. Por un lado, la instauración casi obligada para algunas empresas y profesiones que ya deberían adoptar este modelo de la comunicación telemática laboral, o teletrabajo. Por otro, la efervescencia de iniciativas colectivas para establecer nuevos métodos de ocio individual y grupal en una comunidad aislada. También, la necesidad de comunicación con nuestra comunidad más inmediata, y el uso masivo de redes sociales para comunicarnos como, Skype, Duo, Hangouts y otros sistemas de comunicación. Y por último, la necesidad de ocio individual con plataformas de Streaming como HBO, Netflix, Amazon, etc., etc., etc., que nos hacen pasar estos días entretenidos mirando todo tipo de dispositivos y contenidos. Pero la revolución puede, y debe ir más allá. Todos los expertos en marketing digital, comunicación, contenidos, etc., tienen claro que después de esta situación, el panorama digital va a ser totalmente diferente, así como los usos y herramientas para medir su influencia en nuestra sociedad. La vida después del Covid19 no será la misma. Muchos países, incluido el nuestro, están inmersos aún en la curva ascendente de contagios, y todavía es impredecible el impacto real que tendrá en nuestra sociedad el escenario más pesimista de esta enfermedad. El sistema público de sanidad está ante una prueba crítica, que debe gestionar en materia de comunicación de la manera más "viral" posible. Debemos "contagiar" datos fidedignos del estado coyuntural de la enfermedad, no solo dar cifras, sino también dar fe de los esfuerzos nacionales y profesionales para parar esta pandemia global. En mi opinión, hay iniciativas que deben visibilizarse más: las investigaciones en el ámbito de las vacunas, las personas dadas de alta después de pasar por los hospitales, las medidas adoptadas por los gobiernos para paliar la situación crítica en la que se encuentran muchos comercios, empresas y organismos por razón de parada forzosa de actividad. Y esto, dando las mayores facilidades posibles para que se realicen todos los trámites vía telemática (e-administración). Y este aspecto es fundamental ya que debe ser rápido, sencillo y efectivo. Si estas medidas quedan difusas, poco entendibles o contradictorias, el colapso administrativo y legal será aún mayor.
Esto es cosa de todos. Desde el ámbito individual hasta una conciencia global de que solo si se adoptan medidas efectivas y urgentes, podremos parar y superar este reto mundial en que nos hallamos inmersos por culpa del Covid19. Es buen momento para analizar todo lo que está pasando con las herramientas adecuadas (Big Data, Business Intelligence, Deep Learning, Data Mining...) y hacer prospecciones de futuro para evitar posibles Covids futuros. Debemos entender que tenemos millones de datos, tanto médicos, como sociales, económicos y políticos, para analizar y estudiar. Debemos entender los nuevos códigos de comunicación, tanto grupal como interpersonal y, sobre todo, debemos ser taxativos para eliminar de nuestro ámbito las noticias falsas, que se viralizan y hacen tanto daño como el propio Covid19. Desde el punto de vista del marketing digital, creo que --como he dicho antes-- el panorama va a cambiar de forma significativa. Los códigos basados en la economía de mercado tradicional, en la imagen personal, lal obtención de beneficios indiscriminada... estos códigos se van a ver afectados por esta crisis. Nunca hasta ahora hemos estado tan necesitados de las redes sociales. Y nunca antes nos hemos visto en una situación parecida. Creo que nuestro deber como profesionales es extraer todo lo útil y beneficioso de esta situación para aportarlo en nuestra actividad futura, y aprender de todos los errores, tanto actuales como posibles, que se derivarán de esta situación. Desde mi punto de vista, es una ocasión única para hacer factibles muchas de las ventajas de la economía colaborativa, cocreativa y cooperativa. Hasta ahora, somos una comunidad de entes aislados con objetivos dispersos y a veces inútiles. El beneficio personal o de empresa, pos si mismo, no nos va a ayudar a superar esta situación. La revolución digital nunca ha tenido una oportunidad como esta de convertirse en una verdadera revolución social y económica. Aprovechemos esta oportunidad para mejorar el mundo tal y como lo conocemos, y no sacar tajada oportunista como algunos proclaman. Por una vez, hagamos realidad algunas de las distopias positivas de genios como Carl Sagan o Isaac Asimov. No sigamos el camino de otros grandes autores como G. Orwell. Podemos hacer realidad el objetivo de Genne Roddenderry en Star Trek, investigar lo desconocido y descubrir nuevos mundos. En nuestras manos está mejorar todo esto...
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